El doctor Tomás Atarama Rojas, profesor de la Facultad de Comunicación, explica el impacto de la reciente explosión de ChatGPT, en la forma en que los jóvenes construyen y transmiten mensajes.
Por Luis Delgado Rivadeneyra. 03 octubre, 2025.
ChatGPT es una herramienta que simplifica y acelera muchos procesos, al ofrecer soluciones rápidas. Al respecto, el doctor Tomás Atarama Rojas, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura (UDEP), afirma que el uso de esta herramienta supone una transformación de las búsquedas tradicionales a unas en las que los usuarios reciben respuestas directas, rápidas, contextualizadas y adaptadas a sus necesidades.
Los jóvenes, precisa Atarama, usan ChatGPT como herramienta de consulta y también como un recurso concreto que les ayuda en sus tareas de pensar, redactar y editar, por ejemplo, diversos textos que requieren en su vida cotidiana: desde mensajes de Whatsapp hasta ensayos académicos.
“Sin duda, la irrupción de esta inteligencia artificial (IA) generativa exige repensar el concepto de alfabetización mediática y digital. Antes hablábamos de enseñar a contrastar fuentes o identificar sesgos en los medios tradicionales y en redes sociales. Hoy, el reto es aprender a dialogar con máquinas que generan contenido”, indica el docente.
Asimismo, hace hincapié en que el uso de ChatGPT, como una primera herramienta para tareas de escritura creativa, evidencia que el proceso de mediación cultural ya no es solo humano, sino híbrido. En ese sentido, sostiene, el proceso de enseñanza no puede limitarse al desarrollo de habilidades técnicas, sino que debe integrar dimensiones éticas y reflexivas.
El comunicador frente a la IA
Atarama Rojas asegura que, ante el creciente uso de la inteligencia artificial, el rol del comunicador se potencia como garante de la verdad en la sociedad. “Ahora debe ser creador y, también, curador y garante de verdad. Debe ser alguien capaz de discernir cuándo y cómo la IA enriquece la comunicación y cuándo la banaliza”, aseguró.
En esa misma línea, subrayó que, en el nivel más operativo, esta herramienta puede reemplazar la actividad humana; sin embargo, en los niveles estético, estratégico y ético es indispensable la presencia de un profesional con una formación cultural y humanística, capaz de dar sentido al trabajo creativo y orientar esa labor hacia el crecimiento de la sociedad y de las personas.
Atarama subraya que es urgente formar comunicadores que en la incorporación de la inteligencia artificial a sus labores diarias actúen con criterio ético, responsabilidad social y compromiso con la verdad. “La sensibilidad humana y, sobre todo, la comprensión del porqué y el para qué de las cosas, son aspectos que requieren una mirada profesional”, agrega.
